jueves, 11 de junio de 2009

ColegioSantoTomas


En las agencias de publicidad aún es un lugar común: si un cliente demanda un diseño o una imagen de excelencia académica, su nombre o mensaje será escrito con tipografía itálica.
Tal digresión está vinculada con la observación que el espectador puede hacer al dirigir la mirada a la fachada del nuevo edificio del Colegio Santo Tomás, establecimiento construido en la intersección de la Avenida Schorr y Concha y el Camino a Colín. Allí, apoyándose en el muro frontal, las letras que forman las consonantes y vocales del nombre del establecimiento sobresalen al menos un metro sobre el nivel de las techumbres y su altura equivale al treinta o treinticinco por ciento de la altura de las salas de clase.
El término de la lectura culmina con un estilizado supuesto retrato del patrono del colegio. El retrato está inscrito en un círculo y la figura, representada en el gesto del lector –escritor, enfrenta las letras que la designan.
Se podría inferir que el retrato del santo operase como el punto del nombre de fantasía, Colegio Santo Tomás.
Las letras itálicas, confeccionadas en aluminio pulido, se recortan sin aspaviento contra el cielo. Sin embargo, entroncan abruptamente contra el retrato del santo, pintado sobre una porción de la fachada que se eleva en muy poca medida sobre la altura de consonantes y vocales. La construcción que soporta el retrato semeja un ultra estilizado minarete.
El, o los arquitectos, quieren exponer al usuario y al espectador a una imagen corporativa ofrecida como sintagma compuesto por signos escritos y visuales, con una perentoria carga triunfalista. Para ello, ha asimilado índices formales de notoriedad desde imágenes corporativas dedicadas a otros rubros económicos, y las ha trasladado al de la provisión de educación.
Cabe preguntarse acaso la solución tan contrastante (tamaño de letras versus la altura de los tres pisos de la fachada) vendría dada con una rotunda ampliación del retrato del patrono.
O también cabe la posibilidad que en el diseño de la fachada y el tamaño de las letras, el arquitecto sabiamente supo interpretar y expresar el proyecto educativo institucional.

martes, 9 de junio de 2009

CarmenBerenguer


Encuentro con la poeta Carmen Berenguer
17:55 horas del día Jueves 27 de Noviembre ’08.
Llego a la Sala Emma Jauch. Soy el primero y la citación es a las 18:00 horas para el encuentro con la poeta Carmen Berenguer. Los auxiliares han dispuesto las sillas en tres secciones frente a una mesa, que hará la función de testera. Sobre la mesa un micrófono, un jarro con agua y tres tarjetas de identificación, de izquierda a derecha: Señor Pablo Brodsky, Representante Consejo nacional de la Cultura/ Mariana Deisler, Directora Regional de la Cultura y las artes/ Carmen Berenguer, Poeta.
Detrás de la mesa, el mural Chile, ejecutado por el pintor Claudio di Girolamo respaldará a los ponentes.

Llega la segunda asistente. Es Mariana Deisler. Nos saludamos. Me pregunta acaso ha llegado la gente. Luego infiere que tal vez hayan ido a conversar con la directora del centro de extensión, María Teresa Guerra. Un auxiliar, que entró a acomodar un micrófono en el podium, le comenta que pareciera que ‘la poeta anda por ahí’. Ella sale. Regresa y me dice que ojalá llegue alguien. Le digo que al menos dos personas están aseguradas: yo y un amigo al que invité. Me dice: tuvimos que cambiar el día. Decidimos mantener la misma hora y lugar, porque si cambiamos la hora, ahí sí que no llega nadie. Le digo que si todos abrieron su mail a última hora del día anterior, pudieron re-agendar sus compromisos. Me dice que barajó la posibilidad de cambiar el encuentro para el día viernes, pero la desechó: ‘En ese día ahí sí que no aparece nadie’.
Me cuenta que ella estaba en un curso que se está realizando fuera de la ciudad, y lo dejó para salir disparada a recibir a Carmen Berenguer
-Voy a ir al baño antes que llegue, dice y sale de la sala. A su regreso ha llegado Mirna Pavez, funcionaria de Integra ella es Profesora de Educación Física, exonerada del principal establecimiento municipal subvencionado talquino en plena dictadura. Más o menos un mes después de su expulsión, me topé con ella en la Avenida Dos Sur; nos saludamos y con esa entereza que suele caracterizar a los militantes comunistas, me dijo: Me echan por ser comunista, pero tengo que comer. Si me prohíben vivir mis ideas políticas, está bien, pero no me pueden impedir ganarme la vida y dejarme imposibilitada de trabajar’. Nunca he olvidado esa declaración suya. Por esos días, yo acumulaba doce meses continuos de cesantía.) Mariana Deisler la saluda. Conversan algo. Luego se acerca. Comienza a sacar las tarjetas adheridas a los respaldos de las sillas de la primera fila. En ellas están escritos los nombres de las autoridades académicas. ‘¿No sé por qué en esta universidad esperan que las autoridades asistan, si no vienen nunca? Así nos podemos sentar más cerca de la poeta, dice después. Se acerca y me dice que Mirna Pavez le ha dicho que vendrán funcionarias de su oficina, quienes vienen saliendo de su huelga. Mariana reflexiona ‘ya es algo’. Abre su cartera. Saca una hoja de papel. Enseguida se pone sus anteojos. ‘Voy a leer su currículum mejor. Me lo enviaron hoy día’. Lee reconcentrada.
Entran unas colegialas con tres profesores, una librera que lo primero que me dice es que se ubicará cerca de los parlantes de amplificación, las compañeras de trabajo de Mirna Pavez, una joven poeta que publicó a los diecisiete años y aún no cumple los veinte, el amigo que invité, Gabriel Rodríguez…
Esto ocurrió antes del ingreso de Carmen Berenguer a la sala. Apenas hubo entrado todo se aceleró porque a continuación el etnólogo Joaquín Hasbún presentaría un video documental acerca de las técnicas de tejido que han prevalecido en la costa norte del Maule. Carmen Berenguer hurgó en su maletín y sacó varios ejemplares de poemarios suyos. Mariana Deisler leyó su curriculum. Jorge Matteos lo complementó leyendo el listado de performances y acciones de arte. Leyó varios poemas. Leyó algunos de su poemario dedicado a Bobby Sands.
En este poemario estableció una analogía simbólica con lo que se vivió en el país. Enseguida contó que después de haber escrito el conjunto de poemas estudió lo que sucede a la fisiología de quien muere por inanición.
Yo llevaba una pregunta preparada: ¿Qué ha quedado vigente y qué obsoleto de la escritura de mujeres en el espacio social post-dictadura?
La respuesta de Carmen Berenguer es que las nuevas generaciones de mujeres no se interesan por el tema
-‘Estudios y experiencias en ese ámbito quedaron dispuestos en mallas curriculares y hoy son objeto de estudio en las universidades’.
La paradoja de lo anterior es que el descubrimiento de una inflexión social se redujo a un saber oficial.
-‘Ceíamos haberlo pensado todo’
-‘Mis amores poéticos han sido siempre el lenguaje’
Y el verso que queda flotando en la memoria, en cuanto producto cultural impensable en nuestra premio Nobel:
-“Entre mis piernas la serpiente expulsada del Edén”.
En un momento de su lectura, Mariana Deisler abrió uno de los libros de la poeta para mostrar a la audiencia el dislocado régimen diagramático que estaba irrumpiendo las páginas.
Se apuró el término del encuentro para dar cabida a la presentación del proyecto del documental. Carmen Berenguer vendió algunos ejemplares de su último libro:”La Casa de la Poesía”. En el que me regaló, escribió una dedicatoria en que se lee:”Para Reinaldo Moya, por aquellos gloriosos 80s”.
En el mismo día regresaba a Santiago.

Volantes



En la esquina sur poniente de Avenida Dos Sur con Calle Tres Oriente, observé en la acera un papel de una longitud equivalente al ancho del tamaño standart de una hoja de oficio. El ancho lo estimé en unos cinco centímetros; había sido recortado con tijeras. El entintado revelaba la irregularidad de grises que provee una fotocopiadora. Con la caligrafía con que usualmente se identifica el trazado manuscrito femenino, abundante en formas circulares, habían escrito el número de un teléfono móvil, el nombre de pila de una mujer y una frase breve declarando una oferta sexual. Esto sucedió en Noviembre de 2005.
La oferta de comercio sexual es conocida en la prensa escrita local y comparece en la sección Avisos Económicos.
Cuando ha transcurrido casi un quinquenio, en otro sector de la ciudad –en Calle Uno Sur, a pocos metros de la Avenida Salvador Allende, donde comienza el comercio establecido en forma continua-, encontré una tarjeta de servicios profesionales facturada con la resolución formal que denota la participación de un profesional del diseño. En un primer avance lector, uno sólo distingue información escrita y lo que se presenta esquivo es la información visual, es decir, la iconografía del segundo plano. El mensaje escrito es breve: número de telefonía móvil, nombre femenino y frase de promesa de goce sexual. Pero a primera vista en el segundo plano uno percibe una especie de paisaje. Luego es posible reparar que las formas corresponden a una parte del torso femenino reclinado. El fragmento corporal ha sido fotografiado desde un costado, a cuarenta y cinco grados. Casi de inmediato, la posición corporal descrita, remite a la pintura titulada Gran Desnudo Americano del artista estadounidense Tom Wesselman. Y la atención persistente produce un destilado: la ilusión de arbustos en el paisaje son cúmulos de helados depositados sobre el abdomen. El volumen de las porciones de helado también hacía alusión a llamas espaciadas, particularmente cuando la superficie se identificaba con un paisaje.
La comparación con el Aviso Económico, publicado con el mismo propósito, es decisoria: en el periódico suelen ocupar una fotografía de una actriz norteamericana; en la tarjeta el cuerpo femenino es anónimo. Otra: en el periódico el cuerpo femenino está vestido y a cara descubierta enfrenta al lector; en la tarjeta, el torso reclinando, como en los desnudos de Wesselman, comunica la disponibilidad inmediata y las porciones de helado significan al cuerpo como postre adornado de crema..
En Mayo de 2009, el transeúnte puede toparse con otro aviso similar: ‘Joven Gay Satisface Todos Tus Deseos’. La fotografía muestra a un veinteañero en posición decúbito, con cuidado corte de pelo y, en primer plano, su rostro, que observa al lector. Sus manos se entrecruzan bajo su mentón y sus codos se apoyan en la cama. Viste un short blanco y un hálito
deportista enfatiza el mensaje de salud, vitalidad y belleza juvenil.
Si en la tarjeta de oferta sexual femenina no se distingue otra cosa que piel, cuerpo y helado, en éste se percibe la fracción de una cama y en un tercer plano la fracción de una ventana o cortinaje. El tamaño de la tarjeta es un rectángulo cuatro veces superior al de la tarjeta de servicios profesionales.
En un quinquenio, la mutación del volante, promoviendo el comercio sexual, se ha desplazado desde la caligrafía fotocopiada a la impresión electrónica doméstica.

SalaDeEspera



Jueves 23 de Abril de 2009.-
Clínica Visual Sala de Espera.-
Al buscar el sitio de emplazamiento de la instalación titulada Raíz del Todo, del artista Víctor Núñez-una de las cuatro del proyecto Fondart Clínica Visual Sala de Espera, que rotarán en cuatro consultorios talquinos- en el Consultorio de Salud Pública Carlos Trupp, pregunto a las auxiliares de aseo y accedo al lugar que ellas denominan’ pasillo rojo’.
La auxiliar de aseo del sector me dice que los usuarios no respetan la instalación- de hecho, varias piezas habían sido desprendidas del piso y ella decidó guardarlas en una bodega; posteriormente observé en el piso las huellas de la silicona con que habían sido adheridas-. Cuando conversábamos, un niño de unos cinco años caminaba entre las formas arbóreas que emergen desde el piso y otras que suspendidas del cielo raso.
Por un altavoz anunciaron que la charla de los artistas estaba próxima a comenzar. Me dirigí al lugar y allí estaban los artistas visuales Simón Fuentes, Loreto Pérez, Víctor Núñez y el arquitecto Walter Estévez.
Llegó una veintena de pobladores del sector, vinculados a destintas organizaciones sociales y también una decena de funcionarios del Consultorio.
Los artistas explicaron que en cada consultorio uno de ellos ha dado una charla sobre el tema Arte y Salud.
Víctor Núñez, presentado por Estévez, planteó que en su metodología de trabajo se preguntó desde dónde enfrentar el trabajo artístico; se preguntó cuál sería el punto de partida.
Comentó que en la convocatoria verificaron que todos habían ejecutado obras en el espacio público. La instalación La Raíz del Todo, explicó Núñez, se facturó a partir de su revaloración de las manualidades escolares como posibilidad de hallazgo y manipulación de materialidades. En este aspecto, en su opinión, con la instalación La Raíz… el proceso productivo devino en terapia, y con él pudo capturar la textura y la estructura del volumen arbóreo y cumplió la función que tenía que cumplir: suscitar el cuestionamiento del espectador desde la procesualidad del lenguaje artístico.
Los escuchas demostraban tener afianzado el entrenamiento del liderazgo poblacional y la capacitación que enseña la pertinencia de la opinión interesada y el comentario involucrado; así, durante la proyección del archivo visual de la obra anterior de Núñez no hubo interrupción y el artista pudo explayarse y progresivamente introducir a las escuchas a su lenguaje artístico y a su propuesta de instalación.
Consigné varias intervenciones de los asistentes:
Espectadora 1: ‘Lo que aprecio fue un estudio de la naturaleza. Le faltó comunicación, un texto explicativo. La gente se interesaba y preguntaba ¿qué significa?, porque no somos tan analfabetos como la sociedad cree’.Termina diciendo que, a su juicio, la idea que le sugería La Raíz…era la de cuidar la naturaleza.
Espectador 2: ‘Sugiero dar un poco de apoyo en la parte texto’.
Espectador 3.’La obra cumplió su objetivo; la gente se quedó interesada e intrigada’.
Espectador 4: ‘Cada uno ve lo que quiere ver’.
Espectador 5: ‘Nosotros entendemos tanto de Arte como de tenis’.
Espectador 6: ‘(La instalación) Ha servido a la comunidad para hacerse preguntas. Están haciéndose preguntas y experimentando sensaciones que son distintas. La proyección que suscita ya es ganancia para uno, para el día a día. La obra de arte nos saca del día a día. Preguntarnos ya es saludable’.
Espectador 7: ‘Me ha quedado la convicción de que ya no es sólo la enfermedad por la que se llega al consultorio’
Espectadora 8: Se pregunta por qué la imagen del afiche del proyecto (la ampliación de un grabado antiguo con la representación de una figura humana agredida por distintas armas cortopunzantes, martillos, porras y flechas) y se pregunta ‘¿Por qué la imagen? ¿Qué me quiere decir la imagen? ¡Es mucho dolor! ¿Qué me quiere decir el martillo? A simple vista hay mucha dureza’.
Espectadora 9: ‘¿Qué provoca las imagen? La imagen de la crucifixión: dolor y bondad’.
Espectadora 10. ‘La imagen representa la actitud agresiva con que andamos todos. Todos andan agresivos’.
Durante el diálogo, Núñez apuntó que La Raíz… consiste en volver a activar la interrogante, pero no en pos de una respuesta didáctica; dice que una respuesta racionalizada no da cuenta del hecho estético.
Cuando un espectador señaló su ignorancia del fenómeno artístico, Núñez afirmó ‘los seres humanos somos la cultura. Por eso nos estamos explicando’. Esto ocurría casi al final de la charla y una mujer señalaba que de no ser por el encuentro y la información entregada, ella no habría entendido la obra. En ese momento Loreto Pérez afirmó que la calidad de vida mejora si hay arte.
Durante la seguidilla de comentarios y opiniones, Estévez informó que estaba dispuesto un cuaderno para recibir las opiniones. ‘Es el corolario de la obra’, dijo.
A continuación se desconectaron algunos equipos y los artistas se dirigieron a la instalación. La auxiliar de aseo les entregó tres piezas y procedieron a reinstalarlas. Eran cerca de las 18:00 horas.