
Encuentro con la poeta Carmen Berenguer
17:55 horas del día Jueves 27 de Noviembre ’08.
Llego a la Sala Emma Jauch. Soy el primero y la citación es a las 18:00 horas para el encuentro con la poeta Carmen Berenguer. Los auxiliares han dispuesto las sillas en tres secciones frente a una mesa, que hará la función de testera. Sobre la mesa un micrófono, un jarro con agua y tres tarjetas de identificación, de izquierda a derecha: Señor Pablo Brodsky, Representante Consejo nacional de la Cultura/ Mariana Deisler, Directora Regional de la Cultura y las artes/ Carmen Berenguer, Poeta.
Detrás de la mesa, el mural Chile, ejecutado por el pintor Claudio di Girolamo respaldará a los ponentes.
Llega la segunda asistente. Es Mariana Deisler. Nos saludamos. Me pregunta acaso ha llegado la gente. Luego infiere que tal vez hayan ido a conversar con la directora del centro de extensión, María Teresa Guerra. Un auxiliar, que entró a acomodar un micrófono en el podium, le comenta que pareciera que ‘la poeta anda por ahí’. Ella sale. Regresa y me dice que ojalá llegue alguien. Le digo que al menos dos personas están aseguradas: yo y un amigo al que invité. Me dice: tuvimos que cambiar el día. Decidimos mantener la misma hora y lugar, porque si cambiamos la hora, ahí sí que no llega nadie. Le digo que si todos abrieron su mail a última hora del día anterior, pudieron re-agendar sus compromisos. Me dice que barajó la posibilidad de cambiar el encuentro para el día viernes, pero la desechó: ‘En ese día ahí sí que no aparece nadie’.
Me cuenta que ella estaba en un curso que se está realizando fuera de la ciudad, y lo dejó para salir disparada a recibir a Carmen Berenguer
-Voy a ir al baño antes que llegue, dice y sale de la sala. A su regreso ha llegado Mirna Pavez, funcionaria de Integra ella es Profesora de Educación Física, exonerada del principal establecimiento municipal subvencionado talquino en plena dictadura. Más o menos un mes después de su expulsión, me topé con ella en la Avenida Dos Sur; nos saludamos y con esa entereza que suele caracterizar a los militantes comunistas, me dijo: Me echan por ser comunista, pero tengo que comer. Si me prohíben vivir mis ideas políticas, está bien, pero no me pueden impedir ganarme la vida y dejarme imposibilitada de trabajar’. Nunca he olvidado esa declaración suya. Por esos días, yo acumulaba doce meses continuos de cesantía.) Mariana Deisler la saluda. Conversan algo. Luego se acerca. Comienza a sacar las tarjetas adheridas a los respaldos de las sillas de la primera fila. En ellas están escritos los nombres de las autoridades académicas. ‘¿No sé por qué en esta universidad esperan que las autoridades asistan, si no vienen nunca? Así nos podemos sentar más cerca de la poeta, dice después. Se acerca y me dice que Mirna Pavez le ha dicho que vendrán funcionarias de su oficina, quienes vienen saliendo de su huelga. Mariana reflexiona ‘ya es algo’. Abre su cartera. Saca una hoja de papel. Enseguida se pone sus anteojos. ‘Voy a leer su currículum mejor. Me lo enviaron hoy día’. Lee reconcentrada.
Entran unas colegialas con tres profesores, una librera que lo primero que me dice es que se ubicará cerca de los parlantes de amplificación, las compañeras de trabajo de Mirna Pavez, una joven poeta que publicó a los diecisiete años y aún no cumple los veinte, el amigo que invité, Gabriel Rodríguez…
Esto ocurrió antes del ingreso de Carmen Berenguer a la sala. Apenas hubo entrado todo se aceleró porque a continuación el etnólogo Joaquín Hasbún presentaría un video documental acerca de las técnicas de tejido que han prevalecido en la costa norte del Maule. Carmen Berenguer hurgó en su maletín y sacó varios ejemplares de poemarios suyos. Mariana Deisler leyó su curriculum. Jorge Matteos lo complementó leyendo el listado de performances y acciones de arte. Leyó varios poemas. Leyó algunos de su poemario dedicado a Bobby Sands.
En este poemario estableció una analogía simbólica con lo que se vivió en el país. Enseguida contó que después de haber escrito el conjunto de poemas estudió lo que sucede a la fisiología de quien muere por inanición.
Yo llevaba una pregunta preparada: ¿Qué ha quedado vigente y qué obsoleto de la escritura de mujeres en el espacio social post-dictadura?
La respuesta de Carmen Berenguer es que las nuevas generaciones de mujeres no se interesan por el tema
-‘Estudios y experiencias en ese ámbito quedaron dispuestos en mallas curriculares y hoy son objeto de estudio en las universidades’.
La paradoja de lo anterior es que el descubrimiento de una inflexión social se redujo a un saber oficial.
-‘Ceíamos haberlo pensado todo’
-‘Mis amores poéticos han sido siempre el lenguaje’
Y el verso que queda flotando en la memoria, en cuanto producto cultural impensable en nuestra premio Nobel:
-“Entre mis piernas la serpiente expulsada del Edén”.
En un momento de su lectura, Mariana Deisler abrió uno de los libros de la poeta para mostrar a la audiencia el dislocado régimen diagramático que estaba irrumpiendo las páginas.
Se apuró el término del encuentro para dar cabida a la presentación del proyecto del documental. Carmen Berenguer vendió algunos ejemplares de su último libro:”La Casa de la Poesía”. En el que me regaló, escribió una dedicatoria en que se lee:”Para Reinaldo Moya, por aquellos gloriosos 80s”.
En el mismo día regresaba a Santiago.
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