domingo, 8 de mayo de 2011

Exposición del Museo de la Solidaridad Salvador Allende en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca


El acierto de un montaje debiera estipular como primer criterio de visualidad facilitar en el espectador el goce que provee la contemplación. Un segundo criterio considera la selección del material objetual. Este criterio implica hacer un inventario de las obras que van a la muestra garantizando, de ese modo, el ‘microclima ideológico’ de la propuesta.
La exposición Gran Reserva, con parte del fondo de obras del Museo de la Solidaridad, que se exhibe en el Centro de Extensión de la Universidad de Talca, hace dudar de la presencia de estos criterios.
Las obras, menores en algunos casos, concurren despojadas de una adecuada distancia entre ellas. La presentación de las obras hacinadas, en una especie de abigarramiento, inducen a percibir la muestra cercana al bodegaje. Y es atentatorio contra todo criterio colgar la única obra de Pablo Picasso en un canto de muro.
Uno se pregunta si aquí hay maltrato de una institución (universitaria) a la divulgación patrimonial de otra institución (de la memoria histórica y política). O si estamos frente a otra versión del maltrato cultural del poder de la academia pueblerina, donde se está vengando de la convocatoria museal político-crítica de una institución de la metrópolis.
Por otra parte, el público que recepciona la información en los periódicos internos y público no percibe este acotado montaje porque las fotografías muestran, en una especie de vista aérea, a una espectadora frente a un cuadro de gran formato. Las fotografías dan la ilusión de una dispendiosa ambientación muraría. Sin embargo, el cuadro de Luis Felipe Noé está a dos metros de la puerta de acceso.
Post Scriptum 1.-
El martes 3 de mayo informalmente hice este comentario a la encargada del Centro de Extensión. Su respuesta fue agradecer esta opinión. Pero agregué que si la Fundación Picasso evaluara el modo en que exhiben una obra del principal pintor del siglo veinte, su reacción llevaría a los tribunales.
El Miércoles 4 se acercó a conversarme el asunto la encargada de los montajes en el Centro de Extensión. Su comentario informa que les había ofrecido a los funcionarios del Museo de la Solidaridad la sala más amplia, pero ellos no aceptaron el ofrecimiento. Tampoco aceptaron sugerencias respecto del montaje. Le planteé que, salvando el tema de quien es responsable del montaje, el asunto es que se desprestigia el recinto cultural que acepta un Picasso colgado en el canto de un muro.
El Jueves 5 observo que la obra de Picasso se ha removido de su emplazamiento.

Bitácora TALCA-ART. 2010.-

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