viernes, 25 de noviembre de 2011

CHURRASCAS AL PASO

Tal como la delincuencia ha llegado a ser una estrategia de sobrevivencia apelada por los excluidos del sistema económico, la oferta culinaria --instalada con provisoriedad en el difuso umbral de lo legal/ilegal-- se ha valido de una suerte de acciones relámpago para vender un servicio de comida rápida; lo que hace singular esto actividad es el nexo con la comida popular.
Esta oferta abunda en los sectores populares (allí no es menester preguntarse acaso los funcionarios de salud medioambiental fiscalizan después de la jornada horaria habitual de los empleados públicos). Comúnmente son mujeres quienes instalan asadores en una esquina y ofrecen choripanes o anticuchos.
Sin embargo, en el centro de la ciudad, a una cuadra de la Plaza de Armas, y junto al edificio en construcción de la Fiscalía, y desde que comenzaron la excavación de las fundaciones, dos manipuladoras han instalado una cocina desmontable que funciona durante una hora y media, a partir de las 09:30 horas y ofrecen desayunos a los albañiles y oficinistas del sector. La oferta es singular: churrascas.
Ellas cuelgan del muro un letrero realizado con tipografía e impresión computarizada; los clientes pueden leer con facilidad el letrero y el listado de ofertas y precios.
La lectura del letrero es la siguiente:
“CHURRASCAS AL PASO
-Churrasca Sola
-Churrasca c/ margarina
-Churrasca c/ Plata
-Churrasca c/Jamón
-Churrasca c/ Queso
-Churrasca c/ Palta y Jamón
-Churrasca c/ Jamón y Queso
-Churrasca c/ Palta y Queso
-Churrasca c/ Ave Mayo
-Churrasca c/ Ave Palta
-Churrasca c/ Pernil
-Churrasca c/ Pernil y Palta
-Churrasca c/ Arrollado”
Talca Art. 26 Octubre 2011.-

jueves, 17 de noviembre de 2011

Guerra de Símbolos

Cuando se armaban los toldos para cobijar a los visitantes a la fiesta costumbrista inventada por el alcalde, el noticiero televisivo informó que un abogado se querellaba contra el poder alcaldicio por el uso dado a la Plaza de Armas, sitio sede de la fiesta. El abogado no defendía la Plaza. Su interés se basaba en cautelar su seguridad personal, junto a otros vecinos, por ejemplo al denunciar que no se disponía de vías de acceso para una ambulancia en caso de urgencia.

Por otra parte, la cuestión es que la remodelación de la Plaza Cienfuegos debía ser, en su actual diseño antiteatral, el sitio adecuado para servir a los actores ciudadanos desde sus diversos y variados intereses.

Ante la querella en curso, cabe esta pregunta: ¿por qué el alcalde prefiere quedar como inhumano (la lógica del abogado querellante es irrebatible) a ocupar la Plaza Cienfuegos para su invento festivo?

Por una sola razón: él resultó vencido en la guerra simbólica, cuyo escenario fue la frontera norte de la Plaza Cienfuegos: Las Escuelas Concentradas, establecimiento escolar colapsado por el terremoto y sin embargo reutilizado por los estudiantes secundarios como soporte para colgar un pendón negro que captura la mirada del transeúnte: los muros están pintados de un deslucido color cálido, donde se lee que no aceptarán migajas en la respuesta al petitorio de su movilización.

Así ocurre entonces que el alcalde está amarrado, casi de un modo “bíblico”, porque en ese sitio urbano no puede invitar a comer a destajo cuando en un pendón negro titila la palabra “migajas”.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Tercera Fila

Aclarado el hecho social que estipula que la principal autoridad de la comuna es el alcalde, entonces surge la interrogante cuando en la ceremonia de inauguración de un jardín infantil- donde asiste la primera dama de la nación, la esposa del presidente de un país vecino, la esposa del embajador del país que donó el mayor aporte financiero, el intendente, la directora nacional y regional de la Junta Nacional de Jardines Infantiles- los televidentes descubren al jefe alcaldicio relegado a la tercera fila, como un vecino cualquiera que no está integrado a la plana mayor del protocolo inaugural.
Las posibles circunstancias que explicarían esto variarían en un orden disímil: el alcalde llegó atrasado, la Junji no precisó de recursos municipales, no hay una apropiada sintonía comunicacional entre los personeros de gobierno, etc., etc.: éstas son hipótesis improbables.
Sólo cabe escudriñar ese ‘ninguneo’ en los códigos de la sanción política. (En la última campaña electoral, el asesor del candidato concertacionista, admitió que es importantísimo aparecer dentro de la imagen de los que buscan o tienen el poder político. Él lo planteó como una lucha por figurar; esa lucha- dijo- se da a codazo limpio)
Y así, para explicar la postergación del alcalde, aparece esta hipótesis propia del programa de jerarquización social, emanada desde la cultura de la hacienda y presente en la derecha en el poder: en la pirámide social del patriciado local, el alcalde está en el último escalafón.